Este vídeo representa la reacción de un niño cuando le prohíben jugar a un videojuego.
La intención es conseguir que los niños de hoy en día tuvieran la misma reacción si les dijeran que no pueden ir a la escuela. Si esto sucediera, algo habrá cambiado en la educación, algo habremos aprendido de una de las industrias que más sabe de motivación: los videojuegos.
Los videojuegos son la industria que más sabe motivar a los jóvenes. Por ello, vamos a nombrar las 7 cosas que se pueden aprender de los videojuegos y que podemos aplicar en nuestro ámbito educativo:
1) Una barra de progreso.
2) Son buenos elementos de motivación los diversos, múltiples propósitos a largo y corto plazo, que los juegos son capaces de generar.
3) Premiar el esfuerzo.
4) Feedback, de la información que ayude a resolver las cosas. Es muy complicado aprender si no pueden asociarse consecuencias a acciones.
5) Añadir un elemento de incertidumbre.
6) La memoria y la confianza: las estructuras de premio pueden hacer más valientes a las personas, a asumir riesgos, a resistir las dificultades más difíciles de desmotivar.
7) Pero el mayor motivador neurológico para las personas son otras personas, hacer cosas con otras personas, mirarnos, colaborar (el reconocimiento social del que siempre hablamos).
En definitiva, lo importante es motivar a los niños en su enseñanza tal y como lo hacen los videojuegos.
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